La virtud del Euro

26 mayo 2005

Este post-e puede verse también en fernanblog. ¡¡Corre!!

El euro tiene tropecientosporrompoimuchos defectos. Podríamos decir unos cuantos, pero, ¿para qué remover tales asuntos?
Hoy vamos a hablar de una cosa buena. En realidad, de la única ventaja del euro, y esto señores se conoce como La virtud del Euro, cosa bien sencilla. ¡Atentos!

En el siglo pasado, podías ir con dos amigos a un bar, y pedir dos cervezas, una cocacola, tres tintos de verano y un plato de ensaladilla para picar.
El camarero, al pedir la cuenta decía -¡dame mil pesetas!-

Si otro día te encontrabas con cinco amigos y os íbais todos a otro bar a tomar unos refrigerios de más alta graduación y pedíais tres gintonics, un balantain-cola y dos rones con limón, decías
-¿Cuánto es?- y escuchabas -¡dosmil!-

Salta a la vista que los precios se han disparado una barbaridad, pero eso es un defecto, y de eso hoy no se habla. ¿Qué virtud encuentras en estas situaciones si hubiese euros y no pesetas?

¿No das con ella? Entonces vamos a desarrollar un poco la situación:
- En el primer bareto nos gastamos mil pesetas ¡¡trescienteas treintaitres pesetas cada uno redondeando a la baja!!
- En el segundo garito, justo el doble, seiscientas seseintaisiete, redondeando ahora al alza.

Y es que con la peseta, para hacer las cuentas la cosa se complicaba un rato... ¡divide mil pesetas entre tres personas! ¡o entre seis!
Si hubiese habido euros, la cosa hubiese sido directa:
- ¿Cuánto es?
- ¡Sei seuro!
- Señores, do seuro cada uno.
- Ea, ¡hasta luego!

La virtud del euro, queridos amigos, es que podemos dividir del tirón mil pesetas entre una, dos, tres, cuatro, cinco y seis personas. ¡Y sin céntimos!

Desde el 1 de enero de 2002 no he encontrado otra virtud. ¿Y tú?

¡¡Adios!!
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